Rostros de la esperanza
Tarde de reflexión en Adviento
Vemos caras todos los días: en casa, en el trabajo, en nuestro tiempo libre, directamente o a través de los medios de comunicación. Es bueno ser mirado, personalmente, con una mirada benévola. Da seguridad, confianza y esperanza.
El fundador del Movimiento de Schoenstatt, el Padre José Kentenich, dijo una vez:
„Cuántos esperan una pequeña ayuda, una mirada alegre, una palabra amable, una comprensión bondadosa. Todo lo que se necesita son ojos brillantes y un corazón amoroso“.